Recuerdos de un amor...

Es tarde, estoy cansada, mañana tengo examen y no puedo dormir.
No entiendo porqué vienes a buscarme esta noche... siempre te gustó la época estival para pasear por mi mente... curiosamente, la época del desenlace y no la de nuestros inicios es la que eliges para torturarme... acaso mis veranos siempre van a estar marcados por tí?

Me siento sola en mi cama. Hace años ya que no duermo contigo y, a veces, a pesar del tiempo, si cierro los ojos muy fuerte y lo intento... puedo sentir que me abrazas, como algún día lo hiciste. Y me siento bien, y no puedo precisar si eso me gusta o me disgusta.

Reflexiono... y no te echo de menos a tí. Nos echo de menos a nosotros... a las dos personas que éramos cuando tú eras mi Javi y yo tu princesa... y cuando pienso en esos momentos, no entiendo qué nos pasó en su momento, como perdimos aquello tan grande que tuvimos, y como apenas nos conocemos hoy día. No deja de ser muy triste...

Es de agradecer que eche de menos una situación y no a una persona... más que nada porque mi amor de aquella época murió,y en nada se parecía a lo que eres ahora. Pero, al mismo tiempo, tampoco yo soy la misma de entonces...

Quiero estar lejos de la veintena otra vez, ser feliz, reirme con ganas y con la ilusión que te proporciona experimentar cosas por vez primera. Quiero haber vivido menos cosas, ser más ingenua... estar con una persona y sentir que cuando estoy a su lado estoy protegida del mundo.

Me gustaría bajarme del tren o, al menos, arrojar por la ventana las maletas en las que van todo el rencor, la desconfianza, y la desilusión por el amor que me dejaste como regalo de despedida.
Quisiera no odiarte, ni quererte en mis recuerdos... quisiera simplemente no pensar en tí jamás.