jueves, 28 de mayo de 2009

Días que sorprenden...

Y es que los jueves estoy tan cansada de semana que quiero morir... o dormir, más bien...
hoy no fue una excepción, me levanté pensando en la hora de acostarme esta noche, y en el laaaargo día que me esperaba en la facultad. Prácticamente no paré en casa más que media hora (literal) para comer, y el resto estudiando y haciendo cosillas.
Pero esta noche me siento bien. No sé si fue el paseo con Isa, mis chanclas de 2 euros recién compraditas y puestas encima de mi cama (qué placer me dan esas gangas!!), el gusto del trabajo bien hecho, o que mañana es viernes. Cualquiera sabe...
El caso es que para alguien que, aun siendo la alegría de la huerta de cara al público, por dentro cada día se siente de una manera (no necesariamente mejor o peor, sino sólo distinta) acabar un día como yo lo hago hoy me hace sentir aún mejor.
Ahora una duchita, mi ensalada, Los hombres de Paco, y yo. Qué más se puede pedir a la vida?

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