Un finde aburrido

No logro llegar a entender porqué mis fines de semana son tan diferentes unos de otros cuando estoy en Granada.

Este finde se presenta tan aburrido como agobiante. Tengo millones de cosas por hacer, que no hago por falta de ganas... eso me lleva a deprimirme y a quitarme las pocas ganas que me quedan de hacer algo productivo, y deprimirme aún más porque no hago nada. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Y por ello, en lugar de ponerme a estudiar (era lo lógico, después de que ayer pasé de ir a la biblio y me tomé la tarde sabática en el sofá), he pasado toda la mañana leyendo. "Los hombres que no amaban a las mujeres." Me encantaría en ocasiones tener un mundo interior tan complejo y simple a la vez como Lisbeth Salander.

Pero yo soy tan gilipollas que corro detrás de los demás, haciendo cosas por ellos que jamás harían por mí... y encima me siento mal después, por la falta de respuesta y por haber hecho el tonto.

Los fines de semana no me sientan bien. Demasiado tiempo para pensar, demasiado tiempo para rebelarme y no cumplir con mis obligaciones... demasiado tiempo. No sabéis como deseo que llegue el lunes...